Siero, un municipio asturiano ubicado en el corazón de la región, es conocido por su rica tradición sidrera
Sus calles y plazas están impregnadas del aroma inconfundible de la sidra y sus numerosas sidrerías son auténticos templos para los amantes de esta bebida ancestral. Enclavado entre montañas y valles verdes, Siero ofrece a sus visitantes una experiencia única donde se fusiona la gastronomía con el encanto rural.
En cada rincón del municipio se pueden encontrar pequeñas joyas culinarias que deleitan los paladares más exigentes. Las sidrerías sierenses son famosas por su ambiente acogedor y tradicional, donde tanto locales como forasteros encuentran un lugar ideal para disfrutar de una buena comida acompañada de la mejor sidra asturiana.
Los expertos escanciadores llenan las copas con maestría mientras explican a los comensales las peculiaridades de cada variedad de manzana utilizada en la elaboración de esta bebida tan emblemática. Pero no solo es el líquido dorado lo que hace especial a las sidrerías sierenses.
La cocina tradicional asturiana también ocupa un papel protagonista en estos establecimientos. Platos típicos como el cachopo, les fabes o el pote asturiano hacen acto de presencia en cada carta, conquistando hasta al paladar más exigente.
El barrio histórico de Pola Siero es uno de los lugares predilectos para disfrutar del buen comer y beber en este municipio. Sus estrechas calles empedradas albergan algunas joyas gastronómicas que han sabido mantener la esencia de antaño, ofreciendo una experiencia única a quienes se aventuran en sus locales.
Si eres un apasionado de la sidra y te gusta descubrir nuevos lugares con encanto, no puedes dejar pasar la oportunidad de visitar las sidrerías de Siero. En cada rincón del municipio encontrarás un pedacito de tradición asturiana que te hará sentir como en casa.
Siero
